miércoles, 27 de abril de 2016

50 AÑOS DE SPOTS


En esta entrada me dedicaré a comentar un documental visto en clase, que se realizó en el 2007 para conmemorar y celebrar el 50 aniversario de la emisión de la primera publicidad en televisión.



En este documental se recopilan numerosos spots publicitarios emitidos en esos cincuenta años, sobre todo aquellos que se realizaron en las décadas de los años 50, 60 y 70. En todos ellos se reflejan los cambios que se han producido en la sociedad española, en los papeles del hombre y de la mujer tanto dentro como fuera del hogar, en los hábitos de consumo y en las estructuras familiares. 
El documental cuenta con la aparición de expertos en el asunto, como Teresa Gimpera, actriz que narra su experiencia en alguno de los anuncios que se muestran en él; Lluís Bassat, creativo publicitario; o Santiago Moro, publicista de éxito en España; entre otros.

Gracias a este documental, podemos conocer dicha evolución y a qué se le daba más importancia a la hora de elaborar anuncios según la década y época. La mayoría de ellos eran anuncios sencillos, con eslóganes directos y canciones pegadizas (llamadas jingles) que hacían especial hincapié en los beneficios del producto que se anunciaba.  



Así, podemos saber que, en los años 50, se realizaban, sobre todo, anuncios sobre alimentos y electrodomésticos que mejoraban el nivel de vida. La mayoría de ellos se dirigían especialmente a la mujer; de hecho, Teresa Gimera explica un anuncio que protagonizó donde se mostraba una lavadora y a una mujer (ella) leyendo en el sofá de casa (de esta forma, se mostraba cómo trabajaba la lavadora y la mujer descansaba). Consecutivamente, este tipo de anuncios generarían una serie de expectativas de consumo e introduciría productos que mejorarían la calidad de vida de los espectadores.

La década de los años 60 fue de las más significativos en la historia de la publicidad, pues se empezaron a introducir técnicas de marketing norteamericanas en los anuncios televisivos para dar más fama a las marcas.

En estas décadas (y hasta la llegada de las televisiones privadas), los anuncios llegaban de forma directa a los espectadores a través de la cadena de TVE (la única cadena que había), siendo aquí cuando se empezaron a introducir celebridades reconocidas por la opinión pública.

En los años de transición a la democracia, aparecieron nuevos formatos y modelos de publicidad. En este contexto, las necesidades de la población española cambiaron, de forma que la publicidad utiliza mensajes enfocados al ocio y al bienestar.

A partir de los años 80, la publicidad se convierte en una herramienta capaz de influir en los comportamientos. Es en estos años cuando aparecen las primeras campañas institucionales, es decir, aquellas que no anuncian ningún producto en concreto, sino que se centran en mejorar la imagen de la marca a largo plazo.

Desde los años 90 hasta la actualidad, las campañas se diseñan para llegar a públicos más amplios, de diferentes países pero con la misma demanda y necesidades que desean solucionar. La publicidad, en este caso, da más importancia a la estética, a los mensajes que se transmiten y con la finalidad de intervenir en las emociones de los consumidores.

El documental termina con una reflexión sobre la eficacia de los anuncios en la actualidad en una época donde se dispone de más canales y vías de difusión y con un público cada vez más exigente.
Como previsión de futuro, algunos de los publicitarios consideran y piensan que los anuncios serán más claros y directos, más breves y que se intercalarán directamente sobre los programas. Todos coinciden en que mientras haya un público objetivo al que dirigirse, existirá la publicidad.

A continuación, adjunto el enlace del documental entero por si os es de interés:




Entrada realizada por Judit Pesudo

viernes, 15 de abril de 2016

Un producto cuesta 25 euros. Por que estas dispuesto a pagar 100?

La fabricación de un Iphone 6s Plus le cuesta a Apple unos 200 euros y los consumidores estamos dispuestos a pagar de 859 a 1079 en función de su capacidad. Los mayoristas compran el café por 5 euros el quilo, pero los clientes de Nespresso hacen colas por pagar entre 72 y 92 euros el quilo. Al igual pasa con algunos perfumes que pueden llegar a costar unos 30 céntimos y luego te lo ponen al precio que les conviene. Y por esto, hay diferentes razones que explican porque esta grande diferencia y porque los seguimos comprando estos productos a estos precios tan elevados.                                                                                                                                                                                                        En un primer lugar se encuentra el marketing que es el que hace posible que el valor de un producto no tenga nada a ver con su coste, es decir, que cuando más efectivo sea el marketing, más diferencia hay entre el coste real de producir un producto y el precio final que se pide al consumidor. Todo empieza con la psicología, por que todos los clientes que compramos algún producto nos centramos en que si ese producto es mucho más caro quiere decir que es mejor y hay ocasiones que no es así. Nos solemos centrar siempre en el valor de el producto y no nos importa el precio que haya costado fabricarlo.Por ejemplo, es cierto que los consumidores siempre comparamos a la hora de hacer una compra, pero las comparaciones que hacemos no son lógicas, ya que si comparamos un Nespresso con un Nescafé, el precio de el primero es muy alto. Pero si lo comparamos con los 36 céntimos que nos cuesta con el precio de un café consumido en un bar o restaurante, entonces es barato.                                                                                                                                     Nos dejamos influir por todos los detalles y uno de estos es el precio. A la hora de la prueba de vinos, nos guiamos por si es mas caro o no, nos influye mucho nuestra mente en estos casos, ya que si un vino vale 200 euros pensamos que es mucho mejor que uno de 100 euros pero a lo mejor no es así.La confianza también es uno de los factores que nos influyen a la hora de comprar un producto. Por ejemplo, comparando la marca blanca con una marca. El producto de marca nos parece mejor que el de la marca blanca. Su precio es mas caro pero también lo es su valor. Las marcas de toda la vida nos ofrecen confianza y tranquilidad, valores importantes para los consumidores.                                                                                                                                                                       Finalmente, también nos influye la presión de las personas que nos rodean. Esto pasa de forma con la ropa o con los productos tecnológicos. No es lo mismo llevar un experia que un iphone, si no tenemos un iphone cuando lo tienen todos tus compañeros puede que te sientas inferior a ellos y menos modernos. A medida que que la marca de teléfono o las zapatillas, hace que entre los humanos nos miremos de forma diferente. Aunque paguemos 75 euros de más para por una cosa que ha costado 25 euros. 

Entrada realizada por Irene Palanques